Aguilar de Segarra
Aguilar de Segarra es un municipio situado en el extremo de poniente de la comarca del Bages, a caballo entre esta y la Anoia, en una zona que separa la cuenca del Cardener, donde van a parar sus aguas, y la cabecera del río Anoia, donde se inician los altiplanos segarrenses. El añadido «de Segarra», que se introdujo con la llegada del ferrocarril, se debe a la proximidad con Els Prats de Rei, la antigua Sigarra romana. Forman el término municipal las demarcaciones de dos castillos: el castillo de Aguilar, al norte, y el castillo de Castellar, al sur y sudoeste.
El terreno es quebrado y montañoso, surcado en su totalidad por sierras de distintas alturas que a menudo al descender forman un morro por encima de los valles, desde donde se ofrecen magníficas panorámicas. Por el norte cierra el municipio la sierra de Castelltallat; a mediodía, las sierras de Soler, Maçana y Grevalosa; y en el interior del término se alza la sierra de Còdol-rodon, con cotas que, dentro del municipio, no superan los 700 metros.
Las aguas del municipio son recogidas por la riera de Rajadell, que nace en el término de Aguilar y que, tras recibir distintos torrentes, desagua en el río Cardener. Pese a que en otros tiempos alimentaba a varios molinos, el caudal de dichas corrientes de agua está condicionado por un régimen de lluvias irregular, propio de un clima de transición hacia la continentalidad de los altiplanos segarrenses.
La vegetación natural son bosques de pinos y robles, con presencia de encinas en algunas zonas. En el pasado, estos bosques fueron fuente de riqueza, ya que de los mismos se obtenía madera, vigas, leña, carbón vegetal, corteza, pez, caza y setas. Los bosques se alternan con zonas de cultivo de cereales, mayoritariamente cebada, y con terrenos yermos y pedregosos, antiguamente plantados de viñas y olivos. En la actualidad están cubiertos por maleza, donde crecen numerosas plantas aromáticas: espliego, romero y tomillo.